EL INTERMEDIARIO
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Hebreos 4:15
Cuando Jesús se manifestó a la humanidad y vivió como nosotros los seres humanos, se encargó de representar a Dios, es decir, hacer exactamente lo que Dios haría estando en su lugar, esto lo hacía para que pudiéramos ver en acción al Dios del que tanto enseñó y del cuan hablan las Escrituras, pero también lo hizo para mostrarnos lo que nosotros debíamos hacer, es decir, mostrarlo a él mediante nuestras buenas acciones. Como él vivió en carne propia lo que es ser un humano sujeto a pasiones, entiende lo que estamos viviendo e intercede presentándole nuestras peticiones a Dios ¿No es esto maravilloso?