LA FELICIDAD DE LOS HIJOS DE DIOS
Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.
Eclesiastés 3:12-13
Un buen padre quiere que su hijo sea feliz y le vaya bien en la vida, por eso hará todo lo posible para garantizar este resultado. Del mismo modo Dios, como buen padre que es, quiere vernos felices y prósperos en todas las cosas, pero antes quiere enseñarnos carácter, para que cuando vengan los altibajos de la vida no nos dejemos llevar por las tentaciones del diablo y el mundo, sino que permanezcamos firmes en lo que sabemos que es correcto.