LA NECESIDAD DE UN SALVADOR

Hemos pecado y hecho lo malo; hemos sido malvados y rebeldes; nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes.
Daniel 9:5

Lo primero que debemos hacer para volver a Dios es reconocer que nos hemos apartado. Nadie puede volver a un lugar del que no se ha ido, del mismo modo, nadie puede volver a Dios si no es consciente de haberse alejado de él. Si bien es cierto que Cristo pagó con su sangre por nuestros pecados, esta redención solo se hace efectiva en nosotros cuando reconocemos que necesitamos de Dios, que por nuestros méritos no podemos alcanzarle y que no podemos hacer nada lo suficientemente bueno para agradarle. Es necesario que hoy reconozcamos que necesitamos de su perdón y de su gracia salvadora. Debemos dejar que él nos enseñe todas las cosas y estar dispuestos a hacer su voluntad, la cual es siempre buena.

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