LOS PENSAMIENTOS QUE ALBERGAMOS

De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Santiago 3:10

A nuestra mente todo el tiempo vienen toda clase de pensamientos fruto de nuestra reacción ante lo que sucede a nuestro alrededor. Pero el pecado empieza cuando damos cabida a pensamientos indebidos y nos deleitamos en ellos. Es un hecho el que nuestra boca habla de lo que abunda en nuestro corazón, por eso no deberíamos dejarnos llevar por el entorno, sino afirmarnos en la Palabra de Dios y en pensar en todo aquello que contribuya a nuestra edificación y agrade a nuestro Padre celestial.

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