SIGUIENDO EL BUEN EJEMPLO

Así como tenemos cosas que nos gustan y otras que nos disgustan, hay personas que, sea por el motivo que sean, no nos simpatizan. Sin embargo, Dios demanda de nosotros que nos amemos los unos a los otros como nos amamos a nosotros mismos. De esto nos dio ejemplo nuestro Señor Jesucristo, quien a pesar de nuestros defectos y diferencias, nos amo y generosamente dio su vida para que seamos salvos de la ira venidera, perdonados de nuestros pecados y hechos hijos de Dios.

Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.
Romanos 15:7

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