CORRIGIENDO INCLINACIONES
Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
Salmo 119:36
Nuestros corazones por naturaleza tienden a buscar nuestro confort, sin importar si en el proceso nos apartamos de Dios y de su Palabra. Esto sucede porque el corazón del hombre, después de la rebelión en el Edén, tiende a rebelarse contra Dios a causa del pecado. Es por ello, que aunque nos arrepintamos de nuestros pecados y procuremos guiarnos por la Palabra de Dios, debemos vigilar nuestros corazones y pedirle a Dios que nos ayude a buscarle a él por encima de todo, aunque por ello tengamos que incomodarnos.