APRENDIENDO A SER AGRADECIDOS
El primer paso para convertirse en una persona agradecida es que no era obligación que nos dieran lo que recibimos, sea un favor o un bien material. Lo siguiente es reconocer que todas las cosas provienen de Dios y que él nos permite vivir, disfrutar y hacer no porque podamos aportarle algo ni porque lo merezcamos sino porque él es bueno y nos ama.
El rey David es recordado, a pesar de sus pecados, como un hombre conforme al corazón de Dios porque entendió esta gran verdad, por eso pudo decir: Pero ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.
1 Crónicas 29:14