NUESTRO AYUDADOR

El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

Romanos 8:16 

Por éstos días he estado compartiéndole a los muchachos de la célula una serie de charlas sobre liderazgo donde se expresan una serie de consejos útiles para mejorar la calidad de nuestro ministerio, aunque muchos me dirán: es que no eres tú, sino Dios. A lo cual yo te diré que el Espíritu Santo no va a poseernos como si nos robara el cuerpo, sino que nos va a AYUDAR.

Por tanto, nos corresponde a nosotros prepararnos estudiando la palabra y procurando mejorar cada día mejorar nuestra habilidad para comunicarnos, de modo que el Espíritu Santo, ese que nos recuerda todas las cosas encuentre en nosotros un ministro competente para realizar toda buena obra.

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