ALEJA DE MI TODO LO QUE PUEDA HACERME PECAR

Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día.
Proverbios 30:8

Por pasajes bíblicos como este, muchas personas creen erróneamente que Dios se complace en que andemos por la vida en escasez sobreviviendo con apenas lo necesario cuando lo que en realidad es alejarnos de la falsedad, la mentira y todo esto que es el pan diario en el mundo tal y como lo conocemos.

Nótese que, en su oración, el escritor no habla de pasar necesidad, de hecho, yendo más al fondo de las cosas, entendería su petición más como: "quítame todo aquello que tu sepas que me puede hacer caer". Y aunque es cierto que con riquezas es más fácil acceder a los placeres mundanos, también en la pobreza se puede acceder a ellos; así que lo que realmente nos hace pecar no es lo que tenemos, sino lo que somos en nuestro corazón.

Más escritos: reflecor.blogspot.com

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