Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre.
Hechos 22:16
El mensaje de hoy va dedicado a aquellas personas que han conocido el evangelio, han estudiado la Palabra, han comprobado que lo que predicamos es la verdad y ha reconocido su necesidad de Cristo, pero aún así no se deciden a sumergirse en las aguas del Espíritu y experimentar la vida abundante que prometió Cristo.
Sea cual sea el motivo por el cual no se decidan, lo cierto es que el tiempo va pasando y cada vez nos acercamos más al día de nuestra muerte, lo que pueden comenzar como unos días, en un abrir y cerrar de ojos se puede convertir en una década en la cual, debido a nuestra tibieza, nos perdimos de vivir una vida plena encaminada a cumplir el propósito divino con nosotros y lo que es peor, podríamos partir de este mundo y ser eternamente privados de la gloria celestial. Es por eso que el llamado hoy es a tomar decisiones radicales, vivir para Cristo y despojarnos de todo lo que nos estorbe.
Más escritos: reflecor.blogspot.com