EL GRAN CONTRASTE
Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor,
que siempre me has mostrado;
olvida los pecados y transgresiones
que cometí en mi juventud.
Acuérdate de mí según tu gran amor,
porque tú, Señor, eres bueno.
Salmos 25:6-7
Dios es bueno, lo podemos comprobar a través de las maravillas de su creación; lo vemos por todas las bendiciones que a diario recibimos independientemente de si las merecemos o no. Sin embargo, seamos o no conscientes de ello, tarde o temprano Dios se encargará de darnos lo que merecemos de acuerdo a nuestras obras.
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